viernes, 8 de marzo de 2013

Tiempos y costumbres: Gafas oscuras


“…Gafas oscuras pa´ que no sepan  qué está mirando…” decía la vieja canción de Pedro Navaja, en la que se definía al personaje como un macarra, indeseable y chulo barriobajero. Y no anduvo desacertado Rubén Blades en la definición, que si hay una seña de identidad común a todos aquellos que tienen algo de qué esconderse es ocultar la cara. Y en su defecto, la mirada. No sé exactamente si es la lección uno o la lección dos de cualquier curso de comunicación o de imagen pública, pero en todos ellos una de las primeras cosas que te dicen es que nunca, nunca, nunca lleves gafas de sol en público ¿Y por qué? Pues sencilla y llanamente porque el lenguaje de tu cuerpo en general y el de tu cara en particular dice muchas más cosas de las que tú te crees que dice. Y alguien que lleva gafas de sol es que se está escondiendo, que está poniendo una barrera delante de su interlocutor o de su público. Más que probablemente porque tiene algo que ocultar o porque tiene intenciones aviesas. En pocas palabras, porque no es de fiar.

¿Y a qué viene ahora esta diatriba contra las gafas de sol, se preguntará usted, si estamos en invierno? Pues mire usted, llevaba tiempo queriendo escribir de esto, pero hoy ya no he podido más y me he abalanzado sobre mi teclado después de ver la foto de la hija de Hugo Chávez -que tanta paz lleve como la que deja a los venezolanos- con gafas de sol ante el féretro de su padre. O la que aparentemente es su hija, que no tengo el gusto. No sé si los venezolanos son, en general, proclives a parecer personajes de telenovela; o los personajes de telenovela intentan parecerse en la medida de lo posible a los venezolanos de la vida real, pero uno ve estos días las noticias y no sabe si está viendo la realidad o “Amigo Comandante”.

El caso es que no falla oiga, es oír la palabra funeral, entierro, duelo o fallecimiento (porque los horteras no se mueren, fallecen) y ya están los faranduleros, folclóricas y tertulianos de medio pelo con las gafas de sol puestas. Aunque el duelo sea de noche y bajo tierra. Mi teoría es que lo hacen para que no se note que no han llorado, pero debe haber otra explicación, porque también recurren a las gafas de sol  cuando quieren hacer como que no quieren que nadie les reconozca. Por ejemplo, en un aeropuerto: te puedes encontrar a una madre en pantalón corto con siete mochilas y tres niños llenos de mocos llorando; a un hare-krishna en chanclas y con los pies más negros que el carbón; o a una joven de gafas redondas con un violoncello más alto que ella colgado de su espalda; y no repararás en ninguno de ellos. Sin embargo, como veas al fondo del pasillo mecánico una melena rubia avanzando mientras da cabezazos para ambos lados, escondida detrás de unas gafas de sol del tamaño del coso de Las Ventas y haciendo como que mira al suelo, ya estás listo. En cuanto salgas a la terminal va a aparecer un papanatas con el ramo de flores más grande que haya encontrado y se lo va a plantar en los brazos a la susodicha. Esta, a su vez volverá a hacer como que no quiere que nadie le reconozca y las marujas que haya susurrarán entre ellas: “es la nosequién”. No sé por qué extraño motivo, toda esta gente que sale en las revistas tiene nombres con artículo determinado: La belenesteban, la titacervera o la aneigartiburu; a no ser que se llamen por el alias, en cuyo caso también tienen derecho a artículo: el coto o el kiko.

En todo caso, siempre con gafas de sol que si no, no te reconoce nadie.

Gonzalo Rodríguez-Jurado Saro

 

jueves, 7 de marzo de 2013

Brillante discurso


Aunque no tengo costumbre de incluir en Tiroleses textos de terceros que no hayan sido expresamente escritos para ser publicados en este blog, esta vez por la brillantez del discurso que ha venido parar a mis manos -a mi pantalla, más bien- merece la pena hacer una excepción. O dos excepciones porque, aunque todos los que escribimos de forma regular acabamos “enseñando la patita” en nuestros textos, este tampoco ha sido -o no ha querido ser nunca- un blog de política.

No obstante todo lo anterior, cuando leí la respuesta del diputado del PP por Segovia Pedro Gómez de La Serna a un diputado de ERC tuve la necesidad de compartirlo, como así lo hice, con mucha gente. Primero, reenviándolo y ahora colgándolo en Tiroleses. ¿Y por qué? Pues porque creo que, dadas las circunstancias en que estamos, en las que lo que se discute en el Parlamento no es tal o cuál Ley o tal o cuál presupuesto, sino el ser mismo de España y de su integridad territorial, nuestro propio ser, creo que lo que dice este diputado puede ser suscrito por casi todos los españoles de cualquier ideología. Además debe llenarnos de orgullo a los que amamos esta tierra, que haya sido precisamente un diputado por Segovia quien haya dicho lo que tantos pensamos y tan poca gente dice. Y no precisamente porque represente a los segovianos, ni mucho menos a Segovia, que el diputado es depositario de la Soberanía Nacional y por tanto representa a todos y cada uno de los miembros de la Nación, no sólo a quienes le han votado, que entonces no sería diputado sino procurador. Y eso es lo que debería hacer que nos preocupase mucho que hubiera individuos próximos a ETA representándonos -a todos y cada uno de nosotros, insisto- en el Congreso de los Diputados. Y de tantos y tantos grupos, grupitos y grupúsculos que cobran del dinero de los españoles para insultar a España y a los españoles.

Vaya pues el discurso y que cada cual saque sus conclusiones:

Gonzalo Rodríguez-Jurado Saro


“La verdad, señorías, es que, al margen de la ideología de cada cual, después de escuchar los disparates que hemos escuchado hoy aquí, a uno no le extraña que el 51% de los catalanes se abstuvieran en el referéndum del Estatuto, y que el 5% votara en blanco. A base de intervenciones como las que se ha escuchado hoy en esta sala, están Uds. logrando lo que no consiguió el general Franco a lo largo de sus 40 años de dictadura: la desafección de los catalanes de la vida política. Unos catalanes que acabarán siendo independientes, sí, pero de la política. Están Uds. alumbrando, en expresión de Josep María Colomer, un nuevo tipo de ciudadano cada vez más alejado, mentalmente, vitalmente, sociológicamente, anímicamente, de la política y de la red pública. Un catalán secesionado de la política.

Después de 30 años de gobierno nacionalista o con participación nacionalista en Cataluña, puede decirse que el nacionalismo catalán en su conjunto, como proyecto de sociedad, ha fracasado. Y han fracasado porque treinta años después, han conducido, entre unos y otros, a Cataluña a un callejón sin salida de enfrentamiento, de división y de ruptura. Entre unos y otros, han conducido a Cataluña hacia una de las crisis más graves de su Historia, en términos políticos, institucionales, económicos, y muy probablemente también, en términos sociales. Y como única respuesta, han buscado Uds. un enemigo exterior, un chivo expiatorio: la culpa es de España. Crean la crisis, y después pretenden taparla creando una crisis todavía mayor. Pero vayamos por partes:

1.- Piden Uds. en primer lugar, algo insólito, que deroguemos los Decretos de Nueva Planta. Yo creo que los ciudadanos merecen un mínimo de rigor y un máximo de respeto. No se puede derogar lo que no está en vigor. Yo soy diputado por Segovia. Su iniciativa es como si yo trajera a esta Cámara la derogación del Fuero de Sepúlveda ¿Y por qué no proponen también que estas Cortes se dediquen a derogar, no sé, pongo por caso, el Código de Justiniano, la Novísima Recopilación, las Pandectas, Las Partidas o cualquier cuerpo legislativo histórico de España? Su propuesta no es sólo extemporánea, porque llegan Uds. con 300 años de retraso, sino también excéntrica. No conozco a nadie, salvo Uds., que mantenga que los Decretos de Nueva Planta estén en vigor….Es insólito. Es ridículo y es una tomadura de pelo a la Cámara.

2.- Hablan Uds. en su PNL de una supuesta soberanía de Cataluña suprimida por Felipe V. Y yo, antes de entrar en materia, me pregunto: ¿Les parece normal, con la que está cayendo, que esta Cámara se dedique a hablar de Felipe V o de Carlos II el Hechizado y de sus disposiciones testamentarias? Pobre Cataluña, si tuviera que debatirse únicamente entre la fatiga de unos y el hechizo de otros… Sean honestos, no mientan a la gente: Cataluña no fue nunca soberana. Han construido Uds. un relato falso. Han engañado Uds. a los catalanes. Cataluña jamás existió como nación –un concepto aún no vigente- ni como Estado. En 1700 Cataluña era un Principado, sí, un territorio con instituciones propias, sí, pero integrado en la Corona de Aragón y en consecuencia en España. Pero ni era un Estado soberano ni era una nación. Las Cortes eran estamentales y como tales no representaban soberanía nacional o popular alguna -estamos antes de la revolución francesa- sino a los tres estados: el clero, la nobleza y tercer estado. Tampoco existía una opinión pública catalana, porque la opinión pública como tal no surge sino hasta finales del XVIII, como todo el mundo sabe. La Nueva Planta fue, en opinión de Vicens Vives -nada sospechoso de anticatalanismo- “un desescombro que obligó a los catalanes a mirar hacia el porvenir”; algo que comparte Ferrán Soldevilla cuando dice que dieron lugar al resurgimiento económico de Cataluña; por cierto que ya Mercader y Voltes pusieron de relieve la catalanidad de los gestores de la Nueva Planta. No voy a entrar en mayor debate. Cito sólo a cuatro historiadores catalanes de indudable prestigio. Le recomiendo su lectura. Léalos, y sabrá, entre otras cosas, que aquella no fue una guerra de secesión sino de sucesión. Léalos y sabrá que el mayor valedor del archiduque de Austria frente al Borbón fue el almirante de Castilla. Léalos y sabrá que la realidad fue mucho más compleja de lo usted dibuja. Léalos y sabrá que el ostracismo catalán no fue inmediato; hasta el punto que, con motivo de la boda de Felipe V en Barcelona, se produjo una eclosión de panegíricos catalanes como los de Joan Bac o Raimundo Costa. Nadie cuestionó la legitimidad de Felipe V en Cataluña hasta que en 1703 emerge la alianza internacional anti francesa y pro austriaca. Los actores españoles no fueron más que actores sucursalizados de las grandes alianzas internacionales. Hacen Uds. también la afirmación de que Felipe V incorpora Cataluña a Castilla mediante el derecho de conquista. Primero, no la incorpora a Castilla. Segundo, saben perfectamente que Barcelona fue inicialmente leal a Felipe V y que fue asediada por una escuadra internacional anglo-portuguesa dos veces: en 1704 y el 1705, por cierto esta última vez lanzando nada menos que 6000 bombas sobre la ciudad, que cayó finalmente en manos austriacas. Derecho de conquista. Repito: fue una guerra de sucesión, no de secesión. Y lo que había en Cataluña no era un sentimiento antiespañol, sino antifrancés. Ya lo dijo D. Rafael de Casanova: “Por nosotros y por la nación española peleamos”. Lo que querían los catalanes era movilizar a toda España contra el candidato francés, es decir, liderar España, el mismo propósito de Cambó, algo a lo que Uds., los nacionalistas, han renunciado. Y han renunciado porque al nacionalismo siempre le falta ambición de país, y porque el nacionalismo consiste en querer tener cada vez más poder en un lugar cada vez menos poderoso: en otras palabras, mandar cada vez más sobre cada vez menos. Y esa falta de ambición y de proyección, ese no incorporarse al liderazgo del proyecto español, es lo que les lleva, a Uds. y a Cataluña, al colapso. Y fue un catalán, D. Ramón Lázaro Dou, un ilustrado catalán precursor de la Renaixenxa y diputado en Cádiz, quien glosó los Decretos de Nueva Planta por haber acabado con las jurisdicciones patrimoniales y la única instancia en las condenas de muerte y por la prohibición de las multitudes armadas para perseguir a los delincuentes. No seré yo quien defienda a Felipe V, pero sí le digo que la Historia es mucho más compleja que el mito, señor Bosch. Y es más compleja también que la mentira. Y claro, cuando uno parte de premisas falsas llega a conclusiones erróneas. No es una historia infantil de buenos y malos. Es una historia de hombres, con luces y con sombras.

3.- Hablan Uds. del derecho de autodeterminación. Cataluña nunca fue soberana. Tampoco ahora lo es. No es sujeto de derecho internacional. No es sujeto constituyente. No tiene poder constituyente. Hablar de autodeterminación en España es hablar de ruptura. De ruptura constitucional y de ruptura de la convivencia. Y no tenga ninguna duda de que el modelo constitucional tiene mecanismos para garantizar la convivencia, la paz, y la unidad. Y que el Estado garantizará la vigencia del artículo 2 de nuestra Constitución, que se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española. Yo les pediría que dejaran de jugar de una vez con el futuro de Cataluña. Con el pasado, con el presente, con el porvenir de los catalanes. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a crearle a la gente más problemas de los que ya tiene. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a meter a los catalanes en la tempestad de la secesión. No tienen Uds. ningún derecho, ninguno, a jugar con la convivencia en Cataluña. Ya en el tripartito se les hundió el Carmel. No hundan ahora Cataluña entera.

4.- Luego plantean Uds. el manido asunto del expolio de Cataluña. Como la manipulación de la lengua no les ha servido como instrumento de ruptura y ha chocado con no pocos estratos de población, han acudido entonces a la manipulación de la economía, que sí llega a todos los estratos, como instrumento de ruptura. Otra salida en falso, otra huida hacia ninguna parte, otra manipulación. En primer lugar, no tributan los territorios, tributan las personas. En segundo lugar, con la misma justificación podrían hablar los madrileños de expolio porque, si se trata de territorios, estamos por delante de Uds. En tercer lugar, por idéntica razón los habitantes de Gerona podrían sentirse expoliados por los demás catalanes, porque le recuerdo que Gerona es la provincia de más renta per cápita de Cataluña. En cuarto lugar, desgraciadamente, no todo el dinero recaudado en Cataluña redunda en beneficio de los catalanes: ya, ya se ocupan algunos cuando están en el poder de que eso no ocurra: caso Millet, Santa Coloma, Prenafeta, ITV, el contrabando de tabaco del conseller de ERC, las cartas de extorsión a los trabajadores de la Generalitat pidiéndoles un porcentaje de su salario para ERC -por cierto que el Sr. Vendrell fue luego ascendido a Consejero- los sueldos exorbitantes de los Presidentes de las Diputaciones que Uds. controlaban -Lérida y Gerona- las colocaciones de ex políticos en empresas del sector público catalán, los gastos desorbitantes para tunear vehículos oficiales… todo muy ejemplar: Si Rafael Casanova levantara la cabeza y viera lo que hacen Uds en nombre de Cataluña, y viera cómo han dilapidado Uds. aquél enorme patrimonio de la Transición que era el antiguo liderazgo catalán de una nación de 40 millones de habitantes, con sus mercados, con sus relaciones internacionales, cuarta economía de la zona euro, … Si levantara la cabeza y se preguntara: ¿El expolio? Con toda probabilidad les contestaría: El expolio de Cataluña son Uds. Uds. incrementan la deuda en un 200% y ante la deuda piden Uds la independencia. Independencia, ¿para qué? ¿para endeudar todavía más a los catalanes?¿Para aislarles del mundo? ¿Independencia para ser una especie de rara avis entre los no alineados? ¿Independencia para arruinar a los catalanes? ¿Han calculado Uds., antes de jugar con este fuego, cuántas empresas saldrían de Cataluña? ¿Cuántas multinacionales europeas sacarían sus plantas de allá? ¿Cuántas grandes empresas catalanas deslocalizarían sus activos, sus sedes, de un territorio aislado del mundo? ¿Han calculado Uds. el coste que esto tendría en la mediana y pequeña empresa de Cataluña, muchas veces auxiliares de las anteriores? ¿Han calculado el ingente paro que generaría la independencia?

Hagan números, y después pídanle a la gente que sacrifique su hacienda, su trabajo, su bienestar y el futuro de sus hijos en el altar de un delirio secesionista. Si Cataluña se independiza, ¿con qué dinero van a pagar las pensiones? ¿Con que dinero van a pagar el desempleo de los catalanes? ¿en qué mercados van a vender sus productos y con qué aranceles? ¿Cómo van a pagar su deuda? Digan a la gente el verdadero coste de la independencia: un descalabro en términos de generación de riqueza y de PIB per cápita que les situaría por debajo de cualquier territorio o comunidad de España. Digan la verdad a la gente antes de jugar con el futuro de los catalanes. Con su hoja de ruta llevarán a los catalanes a la bancarrota y provocarán el derrumbe del estado de bienestar. Ni Montenegro ni Islandia: Chipre, Grecia o Padania. Sigan Uds. así, que las agencias de calificación ya han tomado buena nota y han bajado su bono al nivel de bono basura… Y hagan Uds. cuentas también en el ámbito de la democracia y de la política, porque la Constitución española se reafirmó como Constitución catalana con el respaldo del 90,3% de los catalanes. Algo muy difícilmente superable, en términos de legitimidad democrática, se pongan Uds. como se pongan y saquen a la calle al número de personas que quieran sacar a la calle.”